La Cultura Digital adquiere cada vez más importancia en las organizaciones, independientemente del sector donde esta opere. El Experto Oswaldo Lorenzo Ochoa, Profesor en Innovación y Procesos de Negocio en Deusto Business School, nos habla en su blog de los nuevos comportamientos que se deben de adquirir para maximizar el potencial de la tecnología.
Desde principios de este siglo somos testigos de un crecimiento mucho más acelerado de la tecnología. Según Kurzweil, se espera que en este siglo ocurra un progreso del orden de 20.000 años. El impacto de esta aceleración sobre las organizaciones y la sociedad es trascendental.
Esta realidad está generando una gran ansiedad entre CEOs y directivos de las empresas. Cuando los directivos hablan sobre la estrategia digital, muchos se preguntan, más allá de invertir en las últimas tecnologías, qué significa ser más digital. Ser digital es una nueva manera de pensar sobre los modelos de negocio, las relaciones con los clientes y sobre la agilidad organizacional. Una de las aristas claves, quizás la más relevante, es el desarrollo de una nueva cultura digital a todos los niveles de la organización.
¿Qué es Cultura Digital?
La cultura digital, en una organización, se define como el conjunto de comportamientos y hábitos desarrollados y aplicados por directivos y empleados para aprovechar al máximo la potencialidad de las nuevas tecnologías, a través de un mejor uso y una mejor difusión a lo largo de la organización, y con el objetivo de transformar el modelo de negocio o los modelos organizacionales para crear valor para los clientes, los empleados y los accionistas.
En mi artículo publicado en este mes de Abril, en el Boletín de Estudios Económicos de Deusto Business School Alumni, presento parcialmente los resultados de mi investigación sobre las diferentes dimensiones de la cultura digital en las organizaciones.
La cultura digital incluye tres dimensiones que se interrelacionan entre ellas. En primer lugar, la única manera de no verse sorprendido por el impacto de las nuevas tecnologías es crear un esquema de trabajo y desarrollo que promueva la experimentación con cada nueva tecnología y su impacto en el negocio. Implica la comprensión y el uso habitual de la tecnología en cada área de negocio y en cada puesto de trabajo. En un estudio de McKinsey, presentado en el Blog de Harvard Business Review, se describe que las compañías líderes en lo digital tienen a sus trabajadores 13 veces más comprometidos y enganchados con la tecnología que el resto de las empresas.
En segundo lugar, es necesario adoptar comportamientos que permitan desarrollar y desplegar proyectos de manera rápida y ágil, que garanticen el desarrollo y la formación de las personas hacia un modelo de maximización del uso y el aprovechamiento de la tecnología. Las empresas más exitosas están agrupando a personas talentosas en equipos ágiles de desarrollo y despliegue donde se trabaja bajo esquemas muy intensos de esprint. La aceleración tecnológica presiona a las empresas a ser más ágiles en la ejecución de sus proyectos.
Finalmente, el desarrollo de una cultura digital requiere de un liderazgo implicado de manera muy cercana hacia la transformación de las competencias y los comportamientos requeridos. Esto implica cerrar la brecha entre la tecnología y los negocios, el despliegue incremental de estrategias emergentes y la adaptación de toda la organización hacia los cambios requeridos (es decir, procesos, estructuras, roles, sistemas de gestión, entre otros). El CEO de Zappos, Tony Hsieh, es un referente en la “generación” de una nueva cultura de servicios basada en la explotación de la tecnología. El CEO del BBV, Carlos Torres-Vila, es un referente en la “transformación” hacia una cultura digital de una corporación tradicional.